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Manifiesto del III Encuentro de Organizaciones de NNA de América Latina y el Caribe

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MANIFIESTO DE LAS Y LOS PARTICIPANTES DEL III ENCUENTRO DE ORGANIZACIONES DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

En la ciudad de Lima, a los veinticinco días del mes de setiembre del año dos mil trece,  los países latinoamericanos  reunidos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay; en el marco del III Encuentro de organizaciones de niñas, niños y adolescentes de América Latina y el Caribe, en el cual se brindó  un espacio de participación protagónica para el análisis y el compartir de experiencias de nuestros países en el ámbito de incidencia en políticas públicas y participación de Niñas, Niños y Adolescentes. Como así también en el análisis y profundización del Tercer Protocolo Facultativo sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones. Exigimos a los Gobiernos:

1ro. La ratificación por parte de cada gobierno del Tercer Protocolo Facultativo sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones, debido a que en cada uno de nuestros países se dan innumerables casos de violaciones a los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, pues a pesar del pronto cumplimiento de los veinticinco años de la Convención de los Derechos de Niño, los avances han sido mínimos en el cumplimiento de nuestros derechos.

2do. La revisión y la actualización de los sistemas de justicia a fin de ajustarlos a los principios de la Convención sobre los derechos del Niño, pues actualmente los gobiernos criminalizan la lucha social a través de acciones de abuso de poder por parte de los organismos de seguridad estales, policías y militares, en las zonas más empobrecidas como son las comunidades campesinas, pueblos originarios, zonas marginalizadas, en donde los principales afectados son los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Otro aspecto a revisar en el tema de justicia, es la tendencia de disminuir la edad de penalización de los niños, niñas y adolescentes contraviniendo la Convención.

3ro. El cese de las fumigaciones con agrotóxicos de las grandes plantaciones aledañas a las comunidades cercanas, dañando severamente tanto física como psicológicamente a sus miembros. Así como exigir a los gobiernos detener la sobreexplotación de los recursos naturales de cada país a través de las multinacionales quienes están acabando con el agua potable, contaminando los cauces hídricos, deforestando los bosques, explotando excesivamente los minerales, como también quebrando la soberanía de nuestras semillas nativas sustituyéndolas por semillas transgénicas que afectan a la salud y desarrollo integral de cada niño, niña, adolescente y jóvenes.

4to. Garantizar la gratuidad, calidad y calidez de la educación integral para toda vida, reconociendo al niño como sujeto de derecho  con capacidades para aportar al desarrollo y transformación social. Ya que en varios de nuestros países la educación esta privatizada y/o es excluyente a los sectores de niñez más empobrecidos. Y asegurar la educación sexual reproductiva como un derecho de cada niño, niña y adolescente, para prevenir todo tipo de casos de violencias sexuales, embarazos adolescentes y agresión por condición sexual.

5to. Crear políticas públicas que aseguren la salud universal acorde a la etapa de vida, en especial no criminalizando a los niños, niñas y adolescentes con adicciones creando dispositivos efectivos para el tratamiento de dichas adicciones, y evitando la medicalización de los niños, niñas y adolescentes, en especial en el ámbito educacional estigmatizándolos como “hiperactivos” y marginándolos socialmente.

6to. Asegurar la formación técnica, sensibilizada y humanizada de los funcionarios en niñez y juventud a fin de garantizar el cumplimiento efectivo de cada una de nuestras exigencias en el marco de los derechos de la niñez.

Situaciones como las mencionadas, creemos que cobrarían mayor exigibilidad desde nuestra condición como sujetos sociales de derechos, cuando se ratifique en cada uno de nuestros países, el tercer protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones.